viernes, 27 de febrero de 2015

La Acentuación Castellana


     La acentuación es de suma importancia tanto en la lengua hablada como en la escrita. Esto debido a que, en el primer caso (lengua hablada), hay palabras que fonéticamente son prácticamente iguales, sin embargo, dependiendo de en donde se encuentre la sílaba tónica su significado puede ser muy diferente. Esto también pasa con el segundo caso, puesto que si, por ejemplo, no conocemos una palabra, y no sabemos como pronunciarla (me refiero a cómo acentuarla), podemos guiarnos con las reglas de acentuación para pronunciarlas correctamente cuando estamos leyendo. De hecho, es mucho más frecuente que se de este tipo de equivocaciones: en la escritura. Puesto que muchas veces podemos no saber cómo se escribe una palabra pero en cambio sí sabemos pronunciarla correctamente o sabemos distinguir por ejemplo el “que” del “qué” para pregunta.

     Así pues, es esencial no sólo saber pronunciar las palabras, sino saber escribirlas para poder entender plenamente algún texto escrito. Y no sólo por eso es importante la acentuación, pues también es primordial saber manejar correctamente y explotar al máximo nuestra capacidad de escribir, pues esta es, junto con la lectura que van de la mano, una máxima de abstracción del ser humano, y así, en la medida en que conozcamos mejor una lengua, el español en este caso, mayor capacidad de abstracción tendremos, lo cual podría decirse, nos vuelve más humanos.
Reglas de acentuación 

     Por otro lado, las reglas de acentuación del español están formuladas de tal manera que permiten saber siempre de manera inequívoca cuál es la sílaba tónica de una palabra.


   Para aplicarlas correctamente es necesario, en primer lugar, tener clara la distinción entre acento prosódico y acento ortográfico. El primero es el que se da en el plano fónico, en la pronunciación, mientras que el segundo es el que utilizamos en la escritura. No se da una relación biunívoca entre uno y otro: sí se cumple que todas las sílabas que se acentúan por escrito se pronuncian también acentuadas, pero no lo contrario.

     Cuando se pronuncia cualquier palabra del castellano, no todas las sílabas que la componen se emiten y se perciben con la misma intensidad. Una de ellas destaca en el conjunto y resulta más perceptible que las demás. Esa diferenciación apreciada en la pronunciación de una determinada sílaba, que establece un contraste entre ella y el resto de las que integran la palabra, recibe el nombre de acento.

     El acento es un rasgo que diferencia distintos sonidos, de ahí que se denomine también acento prosódico. Consiste, pues, en la mayor prominencia con la que se emite y percibe una sílaba con respecto a las de su entorno.

     Una vez que se reconocido el acento prosódico se identifica qué palabras poseen un acento ortográfico (tilde) de acuerdo a las reglas ortográficas de la lengua castellana. Así pues, por ejemplo, reconoces porqué “respetó”, “árbol” o “teleférico” llevan tilde o por qué “respetar”o “respeto” no llevan, en consideración de que las palabras castellanas pueden acentuarse en la última sílaba (agudas), en la penúltima sílaba (graves), en la antepenúltima sílaba (esdrújulas) y en la anterior a la antepenúltima sílaba (sobreesdrújulas).

     Hay ciertas palabras que siguen reglas de acentuación ortográfica muy particulares:

     Adverbios que terminan en -mente

    Para acentuar estas palabras, considere el adjetivo que sirve de base para el adverbio. Si el adjetivo lleva acento ortográfico, el adverbio también lo lleva (sobre la misma vocal). Si no, el adverbio tampoco lo lleva.
  • dinámicamente
     dinámica = di - ná - mi - ca = dinámica (lleva acento ortográfico porque es una palabra esdrújula)

    dinámicamente (lleva acento ortográfico porque dinámica, el adjetivo que sirve de base, lo lleva)
  • generalmente
     general = ge - ne - ral = general (no lleva acento ortográfico porque es una palabra aguda terminada en una consonante que no es ni n ni s)

     generalmente (no lleva acento ortográfico porque general, el adjetivo que sirve de base, no lo lleva)

     IMPORTANTE

     Los adverbios que terminan en -mente tienen dos acentos prosódicos, el del adjetivo y el de la primera e de -mente (religiosamente). Sin embargo, para determinar su clasificación, no se toma en cuenta la tonicidad de la e de -mente (religiosamente - sobresdrújula).

    Palabras compuestas

   Las palabras compuestas son aquéllas que consisten en dos raíces (o lexemas) distintos. Por ejemplo, al combinar el verbo sacar y el sustantivo corchos, obtenemos la palabra compuesta sacacorchos.

   En el caso de estas palabras, el primer elemento no lleva acento ortográfico, aunque lo lleve en su forma simple. El segundo elemento sí puede mantener su acento ortográfico (si lo lleva en su forma simple).

            décimo + séptimo = decimoséptimo

            trágico + comedia = tragicomedia

  Por otro lado, si los elementos van unidos por guion, cada uno de ellos puede conservar su acento ortográfico (si lo lleva en su forma simple).

            teórico + práctico = teórico-práctico

            vasco + francés = vasco-francés

    Verbos con pronombres clíticos

   Hasta hace muy poco, se exigía acentuar ortográficamente todo verbo que llevara acento en su forma simple y que tuviera un pronombre clítico.

         
            cantó + le = cantóle (= le cantó)  
      

            está + te = estáte


            dé + nos = dénos

   
    Esta regla cambió en el 1999. La nueva Ortografía de la Lengua Española estipula que se trate cada verbo con pronombre clítico de acuerdo con las normas básicas de acentuación. Por esta razón, cantole, estate y denos no llevan acento ortográfico, porque son palabras llanas  (graves) que terminan en vocal o en s.

     IMPORTANTE

   Note que si el verbo tiene más de un pronombre clítico y se convierte en una palabra esdrújula o sobresdrújula, debe llevar acento ortográfico (dénosla, habiéndosenos).

     Palabras monosílabas

    Las palabras monosílabas no se acentúan ortográficamente (bien, da, di, dio, fe, fue, fui, no, pues, vio, etc.). (Note que todas estas palabras son agudas terminadas en n, s o vocal, pero no llevan tilde por ser monosílabos.)

    La nueva Ortografía de la Lengua Española (1999) estipula que fie (de fiar), hui (de huir), guion y Sion (que antes se podían escribir con tilde) ya no requieren la tilde por ser monosílabos, a menos que, quien las escribe, sea consciente de que las pronuncia como hiatos (fi - é, hu - í, gui - ón, Si - ón).


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